Finalmente el sábado pasado nos llegamos a juntar 13 amigos y hasta 15 cachorros y es fácil pensar cómo lo pasamos. 5 horas viendo en acción a las futuras promesas, valorándolas, analizándolas, elucubrando cómo se desempeñarían esta temporada. Además, para algunos perros era la primera vez en contacto con caza, aunque fuera de granja, y la respuesta de la mayoría dejó satisfechos a sus dueños.
Los perros de más edad fueron los setter de la camada de Brizna X Pat. Pudimos ver a 4 hembras y aunque son diferentes entre ellas, tanto en color como en la forma de desenvolverse, todas cumplieron con su cometido y cazaron bien las perdices que les pusimos.
De edad intermedia teníamos a la camada pointer de Xana X Fayer. Otros 4 cachorros que nos encantaron. Mejoran a su madre en morfología y andadura y no pierden sus cualidades para la caza. Bonitas muestras, prudentes peones y cobro seguro.
Las más jóvenes eran las setter de la camada Hera X Mago, 3 hembras. A nuestra Lida ya la habíamos puesto alguna codorniz de granja antes, pero las otras dos llegaban vírgenes del todo. Pues casi no se notó y tras ver volar un par de perdices se espabilaron y acabaron mostrando, guiando y cobrando, con la lógica inseguridad de sus 8 meses. Nos llama la atención especialmente la homogeneidad de las tres en lo físico, morfológico y mental.
También pudimos ver a otros cachorros como Tardor de la Sobarriba, que a sus 14 meses va fenomenalmente, con mucho estilo y concentrado en la caza; Lima de Villa Astur, de 10 meses, que en su primer contacto con la caza mostró de forma prudente una perdiz y la cobró perfectamente; Yul, de un año de edad, hijo de una hermana de Brizna, al que vimos muy acachorrado y dependiente del dueño, pero que aún así mostró y cobró bien dos codornices; y a Duca de Fuentesanguito, la que más flojeó, quizá porque los gordon puedan ser un poco más tardíos, y que se defendió con las perdices pero no se enteró de nada con las codornices.
Una bonita experiencia que esperamos se repita todos los años al menos una vez.
