domingo, 18 de septiembre de 2016

Cierre de la media veda 2016

Las lluvias y la luna de llena de esta semana hacían presagiar movimiento de codornices y parece que fue para mal, nos alejamos de las cifras de las dos últimas semanas pero aún así seguimos entretenidos, llegar a este último día y levantar 20 codornices y coger 12 entre mi padre y yo lo firmaba para todos los días de la temporada. Me siguió llamando la atención la elevada proporción de machos y la baja cantidad de codornices con grasa en comparación con lo que viene siendo normal otras temporadas para estas fechas. Además, en los cotos de montaña han seguido viéndose este fin de semana pese al cambio de tiempo. Me da que se barruntan un septiembre y octubre cálidos y no tienen prisa por regresar a sus cuarteles de invierno, manteniéndose las hembras todavía sin moverse y los machos viajando poco a poco hacia el sur. Elucubraciones de uno...



Aparte de las salidas a mi coto del llano, el sábado acompañé a mi amigo Tino a su coto en la montaña leonesa. Una bonita jornada como no podía ser menos, el paisaje, la compañía, y el trabajo de los perros jóvenes a los que tocó batirse el cobre, que aquí no importa el número si no enfrentarlos a experiencias que les hagan aprender, limar errores y madurar.  Gracias a estas salidas con amigos como él y Manuel he sobrellevado no tener coto propio en la montaña para las codornices este año, esperemos que la burocracia administrativa acelere y al menos lo tengamos para la general, si no se me seca una pata, jajaja.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Cuarta semana de media veda

Con la reducción de jornadas para septiembre el final de la media veda se ve aún más cerca. Continua el movimiento de codornices y llama la atención que aunque empezamos a ver codornices con grasa pronto, a estas alturas lo normal sería que ya todas estuvieran engrasadas y sin embargo todavía encontramos muchas delgadas, así que suponemos que son de zonas cercanas y no las que bajan de latitudes más norteñas. Nos llegan noticias además de polladas tardías en la montaña, así que este año no nos extrañaría tropezar alguna en la veda general.



martes, 6 de septiembre de 2016

Tercera semana de media veda

Llegamos a la mitad de la media veda y ya definitivamente tenemos que calificarla como buena. Hemos pillado movimiento en esta última semana y nos lo hemos pasado en grande todos los días. Pese a que no ha refrescado y seguimos bajo el influjo de la ola de calor, parece que algunas tienen prisa por volver a Africa y las hemos visto en grupitos y ya gordas, muchas de ellas con grasa. Son las codornices que se lo ponen difícil de verdad a los perros, con largos peones y reacias a volar, dándoles vueltas a los perros hasta despistarles, volviéndoseles para atrás y liando los rastros hasta perderse. Cuando digo que es la caza más difícil para los perros alguno se ríe, pero no me bajan del carro: cazar a más de 25 grados, en un suelo de rastrojo, perdidos o hierbazales en la montaña, sin casi humedad, obligando a llevar la nariz bien abajo desenmarañando el peón de un rival de 100 gramos que corre como un demonio y algunas veces decide no levantar y aplastarse hasta que lo pisas... Mejor escuela para los perros no existe.



Este fin de semana he podido ver además un macho de pointer con el que queremos hacer camada en la primavera que viene, Fun, de mi amigo Daniel Arbacette. Un pointer precioso de buena talla y unos orígenes que me ilusionan por los perros que he visto de esas líneas, por parte paterna hijo de Boga du Moulin d'Onix (con el que cruzamos el año pasado a Zambra, con la mala fortuna que tuvimos en el parto), hermano del famoso Boss ganador 3 veces de la Clochette d'Or en Francia sobre becada, y por parte materna de una hembra Landa Gori, otra gran becadera en Francia. El sábado fuimos a la montaña acompañando a Manuel, dueño de Yara, con la que queremos hacer la camada, para ver a los dos futuros amantes en acción. Con muy poca experiencia cazando codornices y ninguna en la caza en montaña, nos encantó lo rápido que se adaptó Fun al terreno y como después de los 3-4 primeros lances en los que solo participó patroneando, se acabó enterando de lo que estábamos buscando. El domingo me lo llevé al coto del llano para seguir viéndolo y disfruté de una guía típica de pointer sobre el peón de una codorniz por un rastrojo con el que se me caía la baba, además de algún que otro lance de mérito para un perro con tan poca experiencia con las codornices. Así que a ver si todo sale según lo previsto y en febrero-marzo tenemos cruce.