Este fin de semana hemos subido a ver cómo estaba el cazadero de codornices en la montaña y nos hemos llevado una desilusión. La sequía de la primavera y el número cada vez mayor de vacas de carne que hay pastando en la zona han hecho que escasee la hierba. Allí, sin tierras de cultivo desde hace más de 25 años en 20 km a la redonda la presencia de la codorniz depende al 100% de que haya unos buenos pastizales y hierbazales.