martes, 31 de diciembre de 2013

El día del Faisán

Un día que que ya lleva varios años de tradición para los Castriello en estas fechas navideñas: el día del Faisán. Una jornada tranquila para que nuestros fieles amigos disfruten de una caza más relajada y tengan de premio un lance con faisán cada uno. Este año casi se nos estropea por el mal tiempo, pero al final todos los perros tuvieron su turno. David aprovechó para probar a los cachorros de la camadas de esta primavera, los de setter inglés (Neska X Mago), que cumplieron bien en tándem con una faisana que resultó apeonadora, y la de gordon (Petra X Darko), todavía mucho más verde que los anteriores pese a tener la misma edad. 
También nos acompañó Manuel con Yara y con su hija, la joven Iria de Castriello, que aunque todavía no sabe muy bien a lo que anda cumplió con las dos faisanas con las que tuvo oportunidad.
Mi padre y yo soltamos un faisán para cada perra y como colofón uno para las cuatro, dejándonos una bonita foto de todas mostrando y patroneando, cumpliendo mi padre con el tiro más bonito del día por la distancia a la que le tiró. Ahora toca pelarlos y guisarlos para la Noche de Reyes, ricos, ricos.
Un bonito cierre de año a la espera de que el 2014 nos permita seguir disfrutando el trabajo en el monte de nuestras compañera de caza, verdaderos motores para que sigamos enganchados a la caza con perro de muestra.
¡¡¡FELIZ AÑO!!!



lunes, 30 de diciembre de 2013

Jueves fallón y sábado con jornada doble

El jueves cuatro horas de monte después de trabajar y resultó divertido... cuando llegué a casa, porque en el campo casi me comen los demonios. Diez tiros y primer cero de la temporada. Empezamos con dos pitorras espabiladas y avispadas que encontraron siempre el mejor escape, bien saliendo rasas, bien saliendo cara a los perros dejando solo opción a tiros largos y tapados con el resultado de 7 cartuchos en 4 levantes...y varios juramentos. Para rematar el día una liebre que entre los robles me comió otros 3 tiros pese a salir a muestra de las perras. En fin, cartuchos mal cargados de pólvora fijo, jajaja.
El sábado vuelta al sitio y revancha con una de las pitorras. Nuevamente el primer levante puñetero, muestra de Lida y Xana en una matina de robles, peón cruzando un claro, muestra y peón en otra matina, otra vez salida a un claro y levante rasa por detrás de la única urz del claro sin poder tirar. En la rebusca decidí adelantarme un trozo a las perras mientras mostraban en medio de una mata de robles y acerté, mientras daban el peón con suavidad se levantó otra vez rasa al borde de los árboles pero esta vez no me había ubicado y se topó conmigo, la equivocación le salió cara. JP2 pero lista. De la segunda del jueves ni rastro.
Y ese mismo sábado por la noche, cena de pitorreros con David, Manuel y José Mejido, aunque a última hora una bronquitis dejó a Manuel en casa. Entre tanta celebración navideña, pinchos refinados, marisco, etc, becadas "al estilo Pepe", de la Ruta Jacobea, cocinero y cazador que tuvo a bien prepararnos unas pitorras que le llevamos y que le quedaron exquisitas. Repetiremos sin duda, por el manjar y por el buen rato que pasamos, ¡tertulia y mesa también es cazar, y me encanta!



martes, 24 de diciembre de 2013

Pitorras en montaña, llano y Pirineos

Pufff, menudo fin de año, trabajo acumulado, chollos de última hora, compromisos sociales prenavideños... todo ha hecho que no haya tenido tiempo ni de escribir en el blog y casi ni de ir de caza, pero los ratos que he podido salir han sido muy satisfactorios. 
El jueves 12 jornada de 4 horas en la montaña, juntando por vez primera a Xana con dos hijas suyas de las dos camadas que ha tenido, la Yara de Manuel y la Sharon de mi padre. Un día de lo más entretenido en el que todos los perros tuvieron oportunidades. Empezamos cazando juntos, pero acabamos cada uno por nuestro lado a medida que fuimos viendo caza. Yo por mi parte pude levantar dos becadas, haciéndome con las dos, la primera sorprendiéndome al mostrarla Lida en medio de un escobal como si de una perdiz se tratara y la segunda tras un peón bien trabajado por Xana entre los robles después de un par de levantes en los que no me había dado opción. Yara, por su parte, le levantó la misma a Manuel 4 veces dándole finalmente esquinazo. Y por último, la joven Sharon va confirmándose y le mostró por dos veces una a mi padre, pero estaba en modo perdonavidas y no pudo dar merecido premio a la cachorra.
El sábado 14 nuevamente a la montaña en un rato antes de comer que me llevó a un ricón del coto que tenía sin tocar y siempre da alguna. Me llevé a Hera, que a sus 11 años y medio todavía da guerra en estas minijornadas. Quizá la helada más fuerte del año, -4º cuando llegué al monte a las 11,30 de la mañana. Una hora por las zonas solanas sin rastro y en media hora dos vistas, ambas en la umbría más fría de la ladera. La primera me salió a muestra de Lida muy rasa y no pude tirarle, sin poder ir tras ella al tener que marcharme. La segunda ya de vuelta cuando casi abandonaba el monte, mostrada por las tres perras entre unos salgueros en lo más helado de la ladera que pisé, rodeada y sin escapatoria me libró del primer cero de la temporada. Ver y aprender con las pitorras, tenía 4 cagadas por la zona, ¿qué narices hacía en un suelo totalmente helado teniendo a menos de 100 metros una solana de lo más agradable?
El domingo 15 cambio de tercio, al llano de camino a un par de cacerías de jabalí en las que tenía que coger muestras. Tres horas de caza y tres pitorras vistas, haciéndome con las dos primeras, ambas jóvenes y delgadas, seguramente de entrada. La tercera anduvo lista y me dribló justo en el momento del disparo, sin volver a verla después.
Jueves 19 sin poder salir de caza, sacando trabajo urgente de última hora, pero con la mente puesta en el fin de semana, con viaje programado a Gerona a casa de nuestro amigo Palomo por tercer año consecutivo. Otra grandeza de la caza, la buena gente que se conoce y las amistades que se crean, con las que no pueden las distancias. Ibamos a ir David, Manuel y yo, pero a última hora David se cayó de la convocatoria, una pena.
El sábado 20 la hospitalidad de Palomo y su compañero de caza Santi hizo que nos juntáramos cazando en el monte con otros dos amigos y socios del CCB, Ibon Telletxea y Rubén Ibáñez, que impartían un curso de anillamiento de becadas en Vic, a quienes acompañaron cámara en ristre Santi Llorá, delegado del CCB en Cataluña y al que pudimos conocer en persona, y Alesandro Tedeschi, presidente de Amici di Scolopax, que asistía igualmente al curso de anillamiento. No había previsión de densidad de becadas y encontramos el monte muy seco y pobre en comparación con años anteriores, pero el paisaje y la compañía aseguraban un buen día de caza. Al final también acompañaron las becadas y pudimos ver 6 entre todos, bastante ariscas y ligeras. Nos hicieron sudar y dar a los perros lo mejor de sí, pero finalmente pudimos tocar pluma de tres, todas ellas adultas, una abatida por Rubén bien bloqueada por su perra en un zarzal tras dos levantes en los que casi no se había dejado ver y dos que me regalaron Lida y Xana entre los bosquetes de boj.
Y por la noche una cena de lo más agradable en compañía de más amigos cazadores, Jaime Daniel, que se acercó desde Barcelona y nos alegró con su buen carácter y sonrisa eterna pese a los malos momentos que está pasando y Xavier, gerundense al que pudimos conocer en persona después de que esta primavera se llevara un perro de la última camada de David (Neska X Mago). Ahí sí que volaron becadas y se vieron muestras de los perros, jejeje.


Y el domingo 21 partida de caza reducida a Palomo, Manuel y yo. Un día raro, 6 horas de caza en las que echamos 4 becadas relativamente cerca unas de otras y que nos tuvieron entretenidos un par de horas, sin ver rastro en el resto de la jornada. Salvo una que pude abatir a muestra de Xana, las otras tres muy ariscas, metidas en una zona con fuerte pendiente y bojos espesos, levantándose fuera de tiro tras largos peones sin darnos opción y tras un par de levantes descolgándose ladera abajo a toda velocidad sin volver a ver rastro de ellas. Ahí le quedaron a Palomo para que se sufra con ellas lo que queda de campaña. Por nuestra parte lo pasamos genial, ¡¡¡no se libran de nosotros en Campdevànol el año que viene!!!

lunes, 9 de diciembre de 2013

Mucha fiesta, poca caza, pero aprovechada

5 días seguidos pudiendo salir a cazar, pero hay que estar a todo y no podemos llegar a que sea obligación u obsesión salir al monte, así que con los tres días equivalentes a una semana normal es más que suficiente. Además, había que colaborar con la familia haciendo los avíos de la matanza y dejar algún día para estrenar la temporada de esquí, el otro vicio que me engancha a la montaña.
El rato de los jueves me llevó a recorrer un par de arroyos que en estos días de helada suele dar resultado con las pitorras y así fue, una vista que rodeada por Lida y Xana tuvo mala escapatoria.
El viernes mañana de investigación a un coto de encinas y jaras de uno de los clubes de caza a los que pertenezco y que después de 5 años todavía no conocía. Es un coto conejero 100% como además pude comprobar al encontrarme 6 cazadores, todos ellos con beagles y a la búsqueda de los conejos. Al principio un poco desubicado y desorientado con tanta ladra y voces pero al final conseguí llegar a una zona tranquila, sin conejos y donde Xana y Lida dieron con dos pitorras, haciéndome con una de ellas. Lances difíciles, hay poca opción a tirar entre las encinas y rápidamente se tapan, lo que complica sobremanera la aparente facilidad para andar por el cazadero.
El domingo estaba marcado para volver tras las perdices en compañía de Manuel y Yara y así lo hicimos, pero pese a encontrar muchas cagadas y rastros las patirrojas no se dejaron ver. Los -10º que había a las 9 de las mañana debieron espabilarlas. Aunque no entraba en nuestros planes, las perras se empeñaron en no volver de vacío y nos pusieron una pitorra que se vino a casa con nosotros pese a que de primeras casi nos burla saliéndonos por la espalda.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Tres días abonado al 2 y mayoría de edad de Sharon

Un titular que resume tal cual lo sucedido los últimos tres días de caza: por un lado los tres cazando acompañado, los tres saliendo a cazar a -2º y los tres cobrando dos piezas cada día; por otro Sharon que se ha licenciado definitivamente haciendo que mi padre hoy luciera una sonrisa de oreja a oreja.

El jueves a becadas a los robledales de media montaña con Manuel. Con la fuerte helada decidimos probar una zona solana que no conocíamos, de matas de roble joven con matorral de urz y jara sucio de andar pero que presentaba un suelo protegido de la helada y húmedo. Nos dio resultado, vimos tres y nos hicimos con dos de ellas tras varios levantes puñeteros. Lo bueno fue el cambio de papeles, Manuel cazó una a muestra de Lida y Xana y yo hice lo propio a muestra de Yara, caza en equipo al 100%. Y la tercera que nos la jugó, después de un peón largo en una zona de lo más limpio nos salió por detrás sorprendiéndonos tanto que nos comió tres tiros y se fue tan campante.

El sábado al llano tras las pitorras también con Manuel, huyendo de la bajada de temperaturas en la montaña. Al poco de empezar una muestra de Lida, patrón de Xana y Yara, peón de las tres y primera becada al morral. Después de dos horas sin rastro cinco levantes a otra a la que gustaba apeonar y salir rasa que dio oportunidad a que todas las perras pusieran, burlándose de nosotros. Y entre sus levantes 3 liebres mostradas por las perras pero que anduvieron listas saliendo siempre entre los robles y jaras comiéndonos varios tiros. Cuando ya dábamos por terminado el día y llegábamos al coche, muestra de Xana en una pequeña mata, patrón de Lida y Yara, Manuel y yo moviéndonos para buscar el mejor sitio esperando que saliera otra liebre por lo que aguantaba... y segunda becada de la jornada.


Ayer domingo cambio de tercio y a perdices con mi padre y con Hera, a la que estoy dosificando con sus 11 años y medio. Solo un bando visto y que se comió la tierra tras el primer levante, a estas alturas ya han ido espabilando y es difícil arrimarse a ellas. Al final de la mañana nos separamos mi padre y yo cada uno por un arroyo a ver si echábamos alguna pitorra de camino al coche y acertamos, cazando una cada uno. Lo mejor es que la de mi padre se la cobró a la primera becada que Sharon muestra. Ya el domingo pasado y el jueves mi padre le había cazado sendas perdices trabajando conjuntamente con Hera y hoy ella sola alcanzó la mayoría de edad con la becada. Ha dado ese pasito más para pasar de promesa a realidad, ¡¡¡bien por Sharon!!!