El 31 de marzo terminó el permiso para los censos de contrapasa de becada y un año más puso el cierre definitivo a la temporada de caza. Este año los censos de contrapasa han dado poco de sí, salidas muy esporádicas entre el trabajo y las malas condiciones meteorológicas, con un par de buenas nevadas en febrero y marzo que dejaron nuestros cotos de montaña tapados varias semanas. Además, las pitorras nos abandonaron pronto, seguramente empujadas por su reloj biológico y barruntando lo que se les venía encima, de modo que desde finales de febrero brillaron por su ausencia, una fecha muy anterior a lo que venía siendo habitual otros años. Esto hizo que marzo lo combináramos con algún censo de parejas de perdiz, siempre espectaculares por esos lares.