viernes, 30 de diciembre de 2016

Días de fiestas...y heladas

Aprovechando las fiestas navideñas hemos tenido varios días de caza seguidos dedicados en exclusiva a la becada, y que se han caracterizado por no repetir cazadero, alternando zonas muy diferentes entre sí, y por las heladas que nos han acompañado por la mañana en todos ellos.

Comenzamos el sábado pasado por los llanos de la zona de Sahagún, tras una noche de niebla y una mañana con helada y escarcha que retrasó salir al monte hasta las 10 de la mañana. Una jornada larga, tranquila, en soledad, en la que, como pasa muchas veces en el fútbol, lo mejor fue el resultado: 4 muestras de las perras en 6 horas de caza, 3 de ellas a otras tanta becadas, 3 tiros, 3 cazadas, y la cuarta muestra a una cagada de la tercera del día a 50 metros donde después salió. Ni un rastro ni una cagada más en el resto del día, parecía que paseaba por un desierto. Gran mérito de las Lida y Nabia, manteniendo la concentración y ritmo de búsqueda todo el día.


El domingo el tradicional paseo matutino de Navidad en el coto cercano a León capital para bajar la cena de Nochebuena. Otra helada de órdago y con la niebla amenazando con entrar. Ni un rastro de becada, solo se dejaron ver un gazapín a muestra de Lida, señal de como está siendo el invierno para que las conejas sigan criando en diciembre, y un conejo a muestra de Nabia que se equivocó en la arrancada.


El lunes día de amigos en los encinares de la zona de La Bañeza, vuelta por la mañana de cuatro horas seguida de una buena parrillada y tertulia en torno al fuego para entrar en calor, que la helada tardó en quitarse. En el monte solo vimos una becada que mostraron 3 veces Lida y Nabia pero no tuve opción de tiro en ninguno de los tres levantes ¡qué defensa tienen en las encinas! Sorpresivamente dimos con un bando de 9 perdices, pero a estas alturas están duras y no se dejaron arrimar, poniéndose a buen recaudo en el coto vecino al segundo levante.

El martes teníamos permiso en la Reserva del Saja, en el lote de Frente y Navas. Tres leoneses y un asturiano con pocas esperanzas después de lo que nos trasladaron nuestros amigos cántabros de la escasez y sequía predominante. Al final no se dio tan mal y pudimos ver 3 sordas de las que nos hicimos con 2, más que bien visto lo visto. A destacar la cantidad de zorzales que había, yo nunca vi tantos, cientos, miles, comunes, alirrojos, algún real...increíble. Y como no, el cocido montañés de rigor, que a veces pienso si es el verdadero motivo de que vayamos hasta Saja, jajaja.


Ayer jueves otras tres horas después del trabajo por el coto de la montaña con una helada impresionante que no se quitó en todo el día al ser casi todo ladera norte. La foto que me envió mi padre por la mañana para que me fuera concienciando ya asustaba. Aún así resultó entretenido, primero con un bando de perdices que salieron largas sin opción después de un tenso peón y a última hora con una pitorra que encontró Nabia en un abedular y sirvió para recordarme que tardaré en tener una perra que cobre como lo hace Xana, 11 años pero a la hora de cobrar no se la adelanta nadie.


viernes, 23 de diciembre de 2016

Dos jueves muy guapos

El fin de semana pasado no pude cazar, pero las dos tardes del jueves anterior y ayer cumplieron sobradamente como para cubrir la carencia de salida en fin de semana.

El jueves pasado la nevadita inesperada de por la noche que tapó la parte alta del coto me dio una buena corazonada y aunque tenía pensado ir a pitorras cambié de planes sobre la marcha y me fui a ver si la nieve había movido un poco a las perdices de sus refugios habituales. Así fue, y disfruté del levante de un par de bandos, uno de ellos dos veces tras bonitas guías de las perras entre las escobas y con buen resultado, bajando una perdiz en cada uno de ellos. Una verdadera gozada para una vuelta de 3 horas, en la que además participó Xana que a sus 11 años todavía se defiende en estos paseítos. 


Ayer no cambié de planes y fui directo a las pitorras. Casi me da un sofoco, en 3 horas tuve levantes de todo tipo, aciertos, fallos y el cupo hecho, con las perras dándome mi particular regalo anticipado de Papá Noel en forma de muestras y peones que me hacían caer la baba. Con una sonrisa de oreja a oreja dejé los robles y bajé al coche por una zona perdicera que muy pocas veces me da resultado. Tras un peón largo de Lida y Nabia alternándose una delante de la otra mientras cruzaban claros, piornales y desbroces, arrancó largo un bando de 8-9 perdices pero me sentía a tope de moral así que encaré, tiré... y me tuve que frotar los ojos cuando vi caer la perdiz a la que apunté. Hay días de caza y DÍAS DE CAZA, ayer fue uno de estos últimos.





Ahora llegan unos cuantos días de caza seguidos, que dedicaré sobre todo a las pitorras en hábitats muy diferentes, a ver cómo se van dando. Mientras solo me queda desearos


¡¡Felices Fiestas y buena entrada de Año Nuevo!!

lunes, 12 de diciembre de 2016

Arranca diciembre con perdices, becadas y charlas

Buen inicio de diciembre, con varios días de caza que hemos alternado entre perdices y becadas, jornadas en solitario y con amigos varios, pero siempre con los perros como protagonistas.

El tiempo está acompañando y lo he cogido con ganas, así que este año estoy dedicando más jornadas que en temporadas anteriores a las perdices de mi querida montaña, que no están defraudando. Jornadas duras para mi y los perros, heladas de aúpa a primera hora y calor a media mañana, mucho subir y bajar, mucho patear urzales y escobales y perdices que dan poca opción a tirar pero que están dando la cara todos los días dejándose ver 3-4 bandos, lo que sigue animando a salir. Veo además en internet que muchos que no conocían o apreciaban la caza de la perdiz en montaña ahora están cogiendo cotos por el norte de León y Palencia ¡¡bienvenidos a la caza más exigente para cazadores y perros de muestra!! Aquí sí que se seleccionan ejemplares de buena andadura pero no alocados, de muestra fija pero que sepan resolver, apasionados pero sosegados cuando contactan con las piezas, con mentalidad como para hacer repetidamente jornadas de 50-60km sin más premio muchas veces que ver volar las perdices a 80 metros sin poder hincarles el diente.

   

El resto de los días he disfrutado de la caza de la becada en lugares tan dispares como el pindio centro-occidente asturiano o los llanos leoneses de la comarca de Sahagún.

Hasta Asturias fuimos el día de la Constitución gracias a la invitación de Carlos, que cogió por sorpresa una cacería de cuadrilla en el coto de Nava y nos juntó a un buen grupito astur-leonés. Un día entretenido en el que destacó la actuación de Mejido que supo aprovechar al máximo el único lance del que dispuso en todo el día haciendo un doblete que seguro no olvidará en su vida. Carlos y Manuel vieron 3 y cobraron la única a la que pudieron tirar, en un buen lance resuelto a Yara. Juan y yo por nuestra parte vimos 5 arceas pero nos ganaron la partida y solo pudimos tocar pluma de una, burlándose de nosotros las otras, incluso volando una de ellas entre los dos para que no la pudiéramos tirar, no saben nada... Al menos todos tuvimos opción, así que a ver cuando repetimos que resultó una jornada francamente bonita.


En el llano leonés repetí cuadrilla el sábado por la mañana con Manuel y Mejido y se nos unió Amílcar, primo de éste. También lo pasamos en grande, volando 4 becadas y haciéndonos con 3, con bonitos lances por parte de los perros, sobre todo en la primera pitorra que vimos, puesta por Lida durante más de 5 minutos y a la que fueron llegando el resto de perros hasta tener a los 8 patroneando, premonición de un desenlace fatal para la protagonista. Tuvimos además a Leyre como fotógrafa para inmortalizar el día, poco más se puede pedir.

  
Entre medias el viernes 2 de diciembre por la tarde di una charla en Salamanca "Qué sabemos de la Becada?. Estudios y modelos de caza en España y Europa", organizado por la Delegación de Castilla y León del CCB en colaboración con La Gaceta de Salamanca. De la charla salí con un sabor de boca agridulce. Bueno porque los asistentes se mostraron participativos y salieron a relucir conversaciones interesantes a raíz de lo que expuse. Malo porque solo asistieron 18 personas. Me entristece que el sector cinegético valore tan poco este tipo de iniciativas, momentos para unirnos, para departir sobre aficiones comunes, aportar experiencias y observaciones propias, compartir puntos de vista y plantear frente común ante el aluvión constante de críticas y malinformaciones sesgadas por parte de los colectivos anti-caza. Es además una situación repetida en todas las charlas o eventos de este tipo a los que asisto, ya sea como oyente o como ponente. O los cazadores nos ponemos las pilas y empezamos a unirnos de veras o el futuro se cierne negro sobre nuestro colectivo.