
La cruz la puso Hera, a la que encontramos un tumor en una mama que hasta ahora había pasado desapercibido y de mal pronóstico: crecimiento muy rápido, en una de las dos últimas mamas, con eliminación de líquido por el pezón y justo antes del celo. En fin, reacción rápida y viaje a una clínica de un amigo en Miño (Coruña) para operar. La intervención sin problemas y encima no apreciamos ramificaciones ni hacia el abdomen ni hacia otras mamas, así que parece que lo cogimos justo a tiempo. Ya se verá cómo evoluciona en un futuro.



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