martes, 3 de septiembre de 2013

Primeras impresiones de la Media Veda 2013

Pasada poco más de la mitad de la media veda, resumo lo que me he encontrado en el campo los 8 días que he salido de los 11 que se podía.
Muy contento con el resultado en Los Oteros. No se han alcanzado grandes cifras de codornices vistas pero sí que su número ha permanecido constante entre las 15-25 levantadas por jornada, que en mi caso no se han alargado más allá de las 11 de la mañana, no me gusta machacar a los perros con los calores veraniegos. En cuanto a las codornices, salvo dos polladas de pequeños que vi los dos primeros días, el resto han sido codornices ya grandes, aunque mayoritariamente nacidos en el año a tenor de la muda de las plumas del ala, y, salvo los dos últimos días en que ya he ido levantando algún grupito que otro, solitarias. También han predominado los machos, en mi caso con un porcentaje de un 67% de las cazadas. Su comportamiento ha sido esquivo, ya guardadas desde primera hora en regatos y perdidos, muy apeonadoras y levantándose largas, si bien también es cierto que me he encontrado más codornices en las tierras de cereal cosechadas que otros años, confiando en su camuflaje y aguantando la postura del perro lo indecible. Me ha llamado la atención que en general estaban delgadas, y hasta el momento solo he cazado una con grasa en el cuello. También que al levantarlas no volaban hacia perdederos típicos como los maíces cercanos, viñas o hierbazales más espesos. Todo me hace pensar que no eran codornices asentadas o nacidas por la zona sino que han estado en continuo movimiento de un lado para otro. Siguen siendo enigmáticas y cada año me sorprenden con un comportamiento nuevo.


En el lado negativo la montaña. Solo he salido dos días, viendo una en cada salida y sin poder tan siquiera tirarles. Ha sido la tónica general de compañeros que solo cazan allí, en contrapunto al buen año que fue el pasado.
También negativa ha sido la actitud de algunos cazadores que me he encontrado. Por un lado los típicos voyalruido esos que no viendo nada donde están cazando van metiéndose donde tu estás al ruido de los tiros sin pudor a la hora de cortarte la mano y meterse por el medio a ver si echan algo. He optado por no decirles ni pio, esperar a que den el paseo por la zona, casi siempre sin ver nada, y seguir cazando allí. Cuando no ven nada en un sitio, cambian y siguen sin ver, el problema no es de la zona, pero prefieren autoengañarse. Por otro lado los rellenaperchas. Sin ir más lejos este domingo un cazador me llamó tonto dos veces, primero porque no tiré a una codorniz que levantó a sus pies y me pasó a huevo, sin que acabara de comprender que solo tiro a las codornices que ponen mis perros, y al rato porque volvía al coche sin cartuchos y dejando alguna codorniz no cogía más cartuchos para volver a ellas. Esto ya fue más difícil, creo que todavía está riéndose de mi porque salgo siempre con 20 cartuchos y si se terminan se acabó la jornada, satisfecho con haber cazado 12-15-17 codornices. Acabé dándole la razón, soy tonto, pero un tonto muy feliz.


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