Las dos últimas jornadas de caza, jueves y domingo, las hemos pasado en los cotos del llano, empujados por el frío y las previsiones de nieve en la montaña.
El jueves en compañía de Carlos y disfrutando nuevamente de su perra Brizna, después de todos los problemas por los que ha pasado el último año. Tuvimos suerte, en el monte echamos dos becadas y cogimos las dos, aunque una nos dejó con mal sabor de boca porque el tiro la partió en dos y casi la volatilizó. Después dimos un paseo con Lida por unos prados y Carlos pudo estrenarse con las becacinas, después de un buen trabajo de la perrita, cogiendo también un par de ellas.
Y hoy domingo otra percha variada, esta vez con una pitorra y un conejo, que después de tirar pensé que había fallado, pero Xana se metió en su rastro y al rato me lo cobró con las patas de atrás rotas. Me dará un buen guiso en estas fechas navideñas, je, je.
Y hoy domingo otra percha variada, esta vez con una pitorra y un conejo, que después de tirar pensé que había fallado, pero Xana se metió en su rastro y al rato me lo cobró con las patas de atrás rotas. Me dará un buen guiso en estas fechas navideñas, je, je.
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