Ayer jueves pusimos punto y final a la temporada de caza. Este año nos despedimos en Asturias, gracias a la invitación de Carlos y Juan, mis álter ego asturianos.
El día era poco más que una disculpa para juntarnos y comer juntos, habida cuenta de la escasez de arceas que han tenido este año en el coto. Un cazadero totalmente nuevo para nosotros, predominando el pinar con sotobosque de cotollas y zarzas, y algunas manchas intercaladas de hayas, castaños, acebos y eucaliptos, no muy pendiente pero sí exigente por lo sucio del suelo. Aún así el monte tuvo a bien brindarnos el encuentro con la última becada de la temporada. El primer contacto lo tuvimos en una riega de acebos y hayas, una muestra de Lida con con todas las demás perras a patrón, digno de una buena foto de no ser por la lluvia, sin ver nada más que la cagada fresca de nuestra amiga. Un rato después mostraron Inda y Porma en un pinar, apoyadas luego en el peón por Xana, pero con idéntico resultado al anterior. Y poco más adelante nuevamente Lida toca rastro, muestra, da un poco de peón y sin dar tiempo a más la arcea se levanta sola unos cuantos metros por delante. Por suerte era un pinar bastante abierto pese a las cotollas del suelo y pudimos hacernos con ella poniendo un bonito broche a la temporada.
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