lunes, 6 de febrero de 2017

Cierre de temporada de escopeta

Este fin de semana tocó cerrar la temporada de caza con un viaje exprés en compañía de Mejido a los dominios catalanes de nuestro amigo Palomo, a disfrutar una vez más de un hábitat radicalmente distinto de los robledales de nuestros dominios: laderas continuas de pino silvestre con sotobosque de boj y zarzas y suelo de musgo. Nos habían comentado que estaba siendo un buen año hasta la llegada de la nieve hace dos semanas, momento en que pareció que las becadas desaparecieron. Aún así, disfrutar de aquel entorno y, sobre todo, de la compañía de Palomo y Toñi, bien merecía el viaje.

Finalmente el monte fue propicio para con nosotros y en ambas jornadas disfrutamos del avistamiento de media docena de becadas, el sábado en una zona más abierta que las facilitaba correr como posesas, dejándonos unos lances de peones de lo más bonitos. El domingo en una zona mucho más cerrada, con bosquetes de boj espesos que dificultaban sobremanera llegar a las muestras, viendo como casi todas las becadas nos sacaban la distancia necesaria para salir tapadas dejando pocas opciones al tiro. Los perros se comportaron de maravilla y en varias ocasiones pudimos ver a mis dos setter, los tres bretones de Mejido y el pointer de Palomo, hijo de mi Xana, puestos simultáneamente patroneándose unos a otros, una gozada.




Hoy toca limpiar a fondo la escopeta y guardarla al armero unos meses, cambiándola por la cámara durante los censos de contrapasa de becada. Seguimos disfrutando de unas cuantas salidas más con los perros a la vez que colaboramos con los estudios de la especie, que redundarán en una mejor gestión cinegética de la misma y la consiguiente defensa racional de su caza ante aquellos que tratan de vilipendiar la caza y a los cazadores sin más argumentos que la mentira y la falsedad. 

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