
También nos acompañó Manuel con Yara y con su hija, la joven Iria de Castriello, que aunque todavía no sabe muy bien a lo que anda cumplió con las dos faisanas con las que tuvo oportunidad.
Mi padre y yo soltamos un faisán para cada perra y como colofón uno para las cuatro, dejándonos una bonita foto de todas mostrando y patroneando, cumpliendo mi padre con el tiro más bonito del día por la distancia a la que le tiró. Ahora toca pelarlos y guisarlos para la Noche de Reyes, ricos, ricos.
Un bonito cierre de año a la espera de que el 2014 nos permita seguir disfrutando el trabajo en el monte de nuestras compañera de caza, verdaderos motores para que sigamos enganchados a la caza con perro de muestra.
¡¡¡FELIZ AÑO!!!
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