El jueves cuatro horas de monte después de trabajar y resultó divertido... cuando llegué a casa, porque en el campo casi me comen los demonios. Diez tiros y primer cero de la temporada. Empezamos con dos pitorras espabiladas y avispadas que encontraron siempre el mejor escape, bien saliendo rasas, bien saliendo cara a los perros dejando solo opción a tiros largos y tapados con el resultado de 7 cartuchos en 4 levantes...y varios juramentos. Para rematar el día una liebre que entre los robles me comió otros 3 tiros pese a salir a muestra de las perras. En fin, cartuchos mal cargados de pólvora fijo, jajaja.

Y ese mismo sábado por la noche, cena de pitorreros con David, Manuel y José Mejido, aunque a última hora una bronquitis dejó a Manuel en casa. Entre tanta celebración navideña, pinchos refinados, marisco, etc, becadas "al estilo Pepe", de la Ruta Jacobea, cocinero y cazador que tuvo a bien prepararnos unas pitorras que le llevamos y que le quedaron exquisitas. Repetiremos sin duda, por el manjar y por el buen rato que pasamos, ¡tertulia y mesa también es cazar, y me encanta!
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