martes, 12 de julio de 2011

Merecido homenaje


No era ni setter ni pointer, pero llevaba 13 años compartiendo con ellos pienso, cama, cariño del amo y alguna que otra salida al monte, menos de las que se hubiera merecido, siempre desplazada a un segundo plano cinegético. Era la que sostenía la poca afición de Jose a la caza mayor, acompañándole en los recechos y en el puesto de jabalí para hacerle más llevadera la espera, dándole grandes satisfacciones cada vez que cobraba una pieza herida a tiro suyo o de otros compañeros de cacería. También fue protagonista de alguna incursión tras las liebres de los montes omañeses, defendiéndose entre las urces con sus rastros. Y en casa le tocó ser el blanco de los juegos de todos los cachorros que allí se criaron, menuda paciencia.
Desde el sábado su pequeño pero recio cuerpo descansa para siempre junto con unos colmillos de jabalí. Te merecías el trofeo SUGUS.

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