Bueno, se van enderezando las penas del fin de semana negro.
La pata de Hera va curando a buen ritmo, no ha habido infección, el callo del dedo amputado se va formando correctamente, se ha corregido el dedo dislocado y la herida ya está medio cerrada. Una o dos semanas para que cierre totalmente y evaluar cuánto ha afectado a su movilidad. Eso sí, mostrando una vez más un caracter de 10, una paciente modelo, ni una queja durante las curas y aguantando estoicamente el obligado reposo.
Por su parte, los dos cachorros de Xana están fenomenal, gordos como toneles y grandes, a punto ya de abrir los ojos. En breve los tenemos correteando por fuera del cajón.
Y entretanto David ya tiene casi cerrado su viaje a Estonia. Casi tres semanas que andará por allí perreando becadas con perros de clientes y un par de ellos suyos. ¡Menuda pretemporada de cara a la caza!