Nada mejor para pasar el mal trago de los últimos días como recordar los lances vividos en la Media Veda.
Muy flojo año de codorniz en los secanos de Los Oteros, con escasas polladas a la apertura y poco movimiento después, de modo que era todo un logro echar en una jornada 12-14 codornices, lo normal cualquier año, quedándose este año la media en torno a las 4-6. Eso sí, codornices grandes, adultas o subadultas que ponían las cosas difíciles a los perros, raro era ver una muestra y levante de la codorniz sin peón previo.
Mejor año en la montaña,donde llevábamos ya un par de años nefastos. Aquí las perchas no suelen ser tan numerosas como en zonas tradicionalmente codorniceras, de modo que las 8-10 que levantabas en una jornada eran todo un triunfo. La forma de cazar poco tiene que ver con el secano, con peones largos, tiros difíciles y cobros complicados, cada codorniz supone un lance de máximo disfrute y eso nos ha permitido disfrutar a tope del trabajo tanto de nuestros perros como los de los amigos con los que hemos podido compartir jornadas, ya fueran los veteranos como Hera, Zeus, Lola, Xana, Sasi o Neska, o los jóvenes como Yara, Amón, Lida, Olna Agueda u Olna Porma, que han aprovechado las codornices para pulirse y terminar de hacerse.
Y es que una cosa está clara para nosotros, lo bonito y emocionante de la caza con perros de muestra está en la calidad del lance de cada una de las piezas, de ahí que nos encante la caza de la codorniz.
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