Este fin de semana pasado fue la prueba de la delegación del CCB en Castilla y León. Nuevamente se hizo en León, pero esta vez cambiamos de terrenos, gracias a que el titular del coto intensivo de Velilla de la Reina (buen sitio para poner a punto los perros de cara a la temporada de caza, lo recomiendo) nos cedió el coto de caza colindante con dicho intensivo, del que también es titular.
Un éxito de asistencia, 44 perros inscritos de 21 participantes, con representación de hasta 6 razas distintas: setter inglés, setter gordon, setter irlandés, pointer, epagneul bretón y draahthaar. En la semana previa a la prueba pude ir a perrear un par de días, levantando dos becadas y viendo cagadas de otra, las tres bastante separadas entre sí, lo que a priori permitía que al menos las baterías que se formaran, dos de británicos y una de continentales pudieran tener oportunidad.
El día de la prueba no pude asistir (este año me pierdo todas las pruebas del CCB), pero he ido recabando información de varios asistentes y jueces. La sensación general fue que el terreno era bonito para una prueba de este tipo, cómodo, fácil para moverse y perfecto para ver los perros correctamente. Lástima la escasez de becadas, puesto que tan solo se vio una en la batería en la que participó David y no dio oportunidad a que los perros del turno correspondiente puntuaran, uno de ellos Zambra, puesto que pusieron, resolvieron hacia delante y la becada salió por detrás, quedando eliminados por dejarse la caza atrás. Los siguientes turnos no consiguieron dar con ella. En esta batería no hubo rapport por parte de los jueces, con lo que poco más podemos decir.
En la otra batería nos llevamos la alegría de que aunque no se vio nada, a los jueces les gustó la actuación de Yara, de nuestro amigo Manuel, y la recuperaron para un segundo turno, si bien en este fue eliminada porque no patroneó a su compañero cuando quedó de muestra a unos pelos de corzo entre unas urces. En el rapport los jueces destacaron varios perros, parece que se vieron buenos turnos.
En la batería de continentales destacaron un drathaar venido desde Galicia y una bretona de nuestro amigo José Mejido, aunque tampoco tuvieron la suerte de ver becada.