Criar un cachorro y verlo cómo se inicia y evoluciona con la caza es una de las cosas que más pueden gratificar a un cazador. Este año tengo para ello a Nabia, la cachorrita que se quedó en casa del cruce Lida X Garbi. Pensaba haberla empezado a mover antes, pero la nieve caída a finales de enero y primeros de febrero nos anuló la posibilidad de campear hasta bien entrado marzo, aunque esta última mitad de marzo ha sido muy provechosa.
Un par de días de campeo y primera prueba, la muestra sin escopeta con un par de codornices de granja (por cierto, desastrosas, vuelos de 15 metros, no daban para más): aprobado, encontradas y mostradas.
Dos días más de campo sin más y a ponerle un par de perdices, estas ya para cazárselas: aprobada la búsqueda, muestra y reacción al tiro, a mejorar el cobro, bien portadas pero eso de dármelas ya cuesta más, unas cuantas vueltas, dudas "te la doy no te la doy" y al final a enterrarlas, muy propio de cachorros y el recuerdo de que su madre hizo lo mismo con sus primeras piezas.
Tres días más de campo sin nada y jornada con otras dos perdices pero ya no colocándolas, sino soltándolas para ir a buscarlas al rato donde se posaran: aprobado, bien encontradas entre robles, mostradas y cobradas, aunque en una todavía hubo intento de enterrarla la otra ya la trajo hasta soltarla a unos metros de mi.
Siguiente y último paso un par de días de rebusco con su madre y la bretona de mi amigo Mejido a ver si encontrábamos algo de lo sobrante en sueltas de perdiz y faisán. Primer día (sin escopeta): aprobado y sorpresa, 3 perdices voladas y primer patrón de Nabia sobre muestra de su madre, un poco dubitativo pero que me sorprendió, no lo esperaba tan pronto. Segundo día (con escopeta): aprobado con nota, solo encontramos un faisán, pero nos dejó el buen regusto de un peón precioso de Lida y varios patrones durante el mismo de Nabia y cobro por ella, que con otros perros delante sí que me lo trajo a la mano.
Entre medias los días de campeo sin granja formó parte del equipo que sacamos en censos de contrapasa de becada, en los cuales vio sus primeras pitorras, dos que se comió al meterse por delante de Lida y casi pisarlas, se pensaba que eran perdices o codornices de granja que pudiera mostrar a un metro, ya aprenderá lo que son las salvajes...
En resumen, 10 salidas al campo y lances con 2 codornices de granja, 7 perdices de granja, 1 faisán y 2 pitorras, han despertado su instinto y ya vamos viendo en ella a una futura cazadora. A partir de ahora alguna salida suelta al rebusco y poco más hasta la media veda, esperando que haya codornices...