Aunque la mayor parte de nuestras jornadas codorniceras se desempeñan en los secanos cerealistas del sur de León, también repartimos algunas jornadas entre los regadíos cercanos a dicha estepa agrocerealista y la montaña de León.
Cazar el regadío nos gusta poco, codornices en las lindes de los maíces que aguantan muy poco la muestra y a las que siempre tiras dentro del maíz, con lo que el cobro se hace muy tedioso. Siempre se ven codornices, pero con nuestra filosofía de solo tirar a lo que muestra el perro, cazamos pocas allí. El jueves por la tarde, con 30 grados de temperatura a las 20h y sin visos de refrescar, no quedó más remedio que acercarse al regadío, 10 vistas y solo pude tirar a 2, aquí dejo un vídeo que lo resume bien ( y que me sirve para recordar por qué me gusta poco cazar allí...):
Poder cazar la codorniz en los pastizales de montaña es un privilegio. Lástima que cada vez el monte se cierre más y las codornices suban menos. Peones largos, codornices metidas en sitios impensables, beepers para poder localizar los perros puestos porque a 20 metros no los ves, vuelos sin saber donde van a posarse porque las escobas, piornos, urces y te impiden seguirlas más de 50 metros. Dificultad máxima, de poder a poder. Otro video de ejemplo:
NOTA: Viendo los vídeos me doy cuenta de que suelto algunas expresiones un poco inadecuadas. La tensión del momento me lleva a ello, pero estoy intentando corregirlo, lo prometo...