Aunque las celebraciones y comidas familiares no nos hayan dejado más que salir pequeños ratos, no hemos desperdiciado la oportunidad de pisar el monte estos días de fiesta... y de pasar frío por las mañanas, ya tenemos aquí las crudas heladas de diciembre.
Sábado y domingo a los cotos llanos cercanos a León, sin ver una pitorra en los dos días, algún rastro y cagada, pero sin bicho. Tampoco las becacinas se han dado bien, las heladas las habrán movido a mejores pagos. Sin embargo, mejor se ha dado el pelo, con dos liebres levantadas el sábado, una por Xana entre los robles sin opción a tirarle y la otra a muestra de Lida cuando iba precisamente a las gachas, su primera pieza de pelo.
Hoy lunes un paseo por los arroyos del pueblo y vuelta a casa de vacío después de volar dos pitorras por dos veces cada una, con la satisfacción del buen trabajo de los perros, casi toda la mañana empapadas y a bajo cero.
Hoy lunes un paseo por los arroyos del pueblo y vuelta a casa de vacío después de volar dos pitorras por dos veces cada una, con la satisfacción del buen trabajo de los perros, casi toda la mañana empapadas y a bajo cero.