Una semana queda para el final de la temporada de caza y seguimos al mismo ritmo. Con las perdices descansando gracias a la nieve que cubre prácticamente todo el coto de montaña, las becadas del llano siguen cumpliendo en su justa medida. No hay abundancia ni notamos movimiento, así que las que hay, entre que ya hemos tenido algún encuentro previo y el tiempo loco, en el que pasamos de estar un día con niebla a 4-5 grados a tener al siguiente un sol radiante y 18 grados, están bastante inquietas y cuesta varios levantes hacerse con ellas. También eso es bueno, 7-8 levantes con 2-3 pitorras en una mañana no dejan lugar al aburrimiento y permiten disfrutar del trabajo de los perros, ver como los veteranos sacan a relucir sus conocimientos y como los jóvenes se olvidan de los pájaros fáciles y empiezan a mostrar su picardía. Estas que se sufren a veces desesperan, pero qué buen sabor de boca dejan cuando te haces con una después varios enfrentamientos perras-pitorra...
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