Al fin se abrió la media veda, por delante queda un mes detrás de las escurridizas codornices disfrutando de los perros. Este año no tenemos cachorro pero le vendrá bien a Nabia para afianzar conceptos en su segunda campaña. Y por lo que vimos en la apertura también vendrá bien a los veteranos para seguir creciendo, porque nos encontramos codornices muy duras, apeonando de lo lindo, saliendo largas y desvaneciéndose en las regueras aprovechando lo espesas de vegetación que están este año.
Mi padre y yo cazamos en el secano de los Oteros, con un arranque de momento flojo, pocas codornices, duras como ya he dicho, y mucho calor, con bochorno y 18 grados a las 7 de la mañana que se convirtieron en 30 grados a las 11.
Por la tarde más de lo mismo, 30 grados a las 19 y esperando hasta que a las 20 empezó a refrescar algo y pudimos dar una vuelta, aunque pareció que la tierra se había comido a las codornices hasta que a las 21 empezaron a hacer acto de presencia.
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