Huyendo del frío de la montaña leonesa, el sábado pasado fuimos a Palencia invitados por nuestros amigos asturianos Juan y Carlos. Solo vimos una pitorra, que se escapó en la oportunidad que le dio a David.
A media mañana se nos cruzó un bando de perdices que nos tuvo entretenidos el resto de la mañana, con varias muestras y levantes hasta que finalmente David consiguió abatir una. Eso sí, risa y cachondeo a raudales...
A media mañana se nos cruzó un bando de perdices que nos tuvo entretenidos el resto de la mañana, con varias muestras y levantes hasta que finalmente David consiguió abatir una. Eso sí, risa y cachondeo a raudales...