Ayer vivimos un día de los que hay pocos. Salimos a cazar con la vista puesta de lleno en las becadas, y con un ambiente gélido, -6º al salir del coche a las 9:30. El resultado final fue espectacular, pero menos importante que todas las muestras, peones, levantes y cobros de pitorras que pudimos disfrutar, además de un par de levantes a un bando de perdices.
Y lo mejor del día, las oportunidades que pudo tener Uma, y que al final supo aprovechar, mostrando varias veces y cobrando un par de becadas. Seguro que le viene de perlas para asentar esen ímpetu casi irrefrenable que tiene.
Salvo una que estaba delgada (apenas 250 gramos), el resto pasaban de 300 gramos (llegando una a los 333 g) con lo que parece que ya llevaban por allí unos días pasando desapercibidas.
Salvo una que estaba delgada (apenas 250 gramos), el resto pasaban de 300 gramos (llegando una a los 333 g) con lo que parece que ya llevaban por allí unos días pasando desapercibidas.
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