Las fiestas navideñas siempre nos traen la contadicción de tener más tiempo libre pero poder salir menos de caza, los encuentros familiares, las compras, las visitas... Aún así algún rato se saca, eso sí, cazando David por un lado y Jose por otro, porque compatibilizar horarios, viajes y cotos en estas fechas es casi imposible, cada uno sale cuando puede.David aprovechó su rato del día de Navidad para ir al coto de las encinas. En las cuatro horas de caza voló tres pitorras, dos de ellas sin posibilidad de tirar y una última que se llevó a casa con un sabor de boca especial. Mostrada en principio por Neska, Zambra llegó hasta ella y patroneó. Al mandarlas entrar Neska aguantó firme pero Zambra se adelantó unos metros para quedarse nuevamente de muestra, esta vez por delante de Neska. David esperó entonces a que si había pájaro se levantara solo y así pasó después de un par de minutos, bajándola al primer tiro y dándole la oportunidad a Zambra de cobrara su segunda becada. La cachorra evoluciona rápido y eso anima a cualquiera. El domingo repitió coto aunque cambiando el cazadero y volvió a tocar un par de becadas que no le dejaron oportunidad de disparo, sabían defenderse poniendo encinas de por medio.
Por su parte Jose solo pudo salir un par de horas el día de Navidad. Aún así pudo volar un par de becadas. La primera fallada estrepitosamente por confiarse después de una bonita muestra de Hera con Xana a patrón y volada otra vez más sin posibilidad de tirarle y la segunda cobrada tras una guía de Xana a través de un grupito de encinas, saliendo finalmente la pitorra por lo más despejado, lo que le costó caro.
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