lunes, 16 de enero de 2012

Jueves de peones y sábado arreglado a última hora

El jueves volví con Lida a ver si las dos becadas que nos ganaron la partida el sábado pasado seguían por allí, y no faltaron a la cita. Nuevamente las dos apeonaron de lo lindo. La primera repitió casi el mismo trayecto de la semana pasada, pero esta vez se equivocó al salir y pude hacerme con ella. La segunda sí anduvo más lista y salió sin darnos opción. En este coto ya se nos ha cerrado la temporada, ahora les toca el turno a los jabalineros, así que le deseo un buen viaje de retorno y que se le de bien la cría por el norte.
El sábado tocó jornada intensiva, haciendo un primer turno de dos horas con Hera y Lida sin ver ni un tristre rastro, y luego otro de casi 5 horas con Xana y Lida con idéntico resultado, en zonas del coto que tenía sin tocar y suelen dar algunas. Ya a las 5 de la tarde decido sacar solo a Hera a que estirara las patas mirando un pequeño arroyo con unos prados que suelen encharcarse al lado de una debesa de robles viejos, la más limpia del coto. Ni había cargado la escopeta cuando veo a Hera puesta en uno de los prados. Me acerco, espero y arranca una pitorra entre los salgueros. Dos tiros entre las ramas y me hago con ella (http://www.youtube.com/watch?v=Dol_DvAGzsc&feature=youtu.be ). Como no llevaba nada andado sigo por el arroyo y mientras me quedo mirando a Hera dando algo de rastro se me levanta otra pitorra sola a mi lado. Me quedo tan sorprendido y tonto mirándola que cuando quiero encarar ya se está metiendo en la debesa. Vuelvo al coche, dejo a Hera y saco a Lida, hay que jugársela con la cachorra. Al poco de entrar en la debesa la veo levantarse larga, normal en un sitio tan limpio. Aún así tomo la dirección en que la vi y a unos 200 metros Lida se queda puesta. Pensando en que ya no estaría allí me sorprende y se levanta delante de la perra, volviendo hacia atrás y cayendo al segundo tiro ( http://www.youtube.com/watch?v=xvu0CxZN_K4) en el sitio más limpio donde he cazado una pitorra. Lo que tiene la caza, una jornada triste de 7 horas moviendo monte sin ver nada y en 20 minutos a última hora se convierte en un día fenomenal.

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