Ayer se cerró la temporada de menor en Castilla y León. Con los cotos del llano cerrados desde el día 20 para proteger a las perdices y liebres y los de montaña tapados de nieve, pude salir de milagro ayer domingo gracias a que la lluvia del viernes y el sol del sábado limpiaron un poco las solanas.
No había mucho cazadero despejado, así que decidí salir solo con Hera, a punto de cumplir once años nunca se sabe cuál puede ser su último lance con becada. Tras una bonita muestra en un rincón encharcado bastante cerrado de sabugueros arrancó una pitorra sin darme opción a tirarle mientras trataba de colocarme mejor. Rebusca y Hera puesta en el borde de una mata de robles, yo esperando fuera y sale la becada cara a mi por lo limpio, me recreo en su vuelo, disfruto del momento y merecido premio para Hera, empeñada en que los años no pasen para ella.
No había mucho cazadero despejado, así que decidí salir solo con Hera, a punto de cumplir once años nunca se sabe cuál puede ser su último lance con becada. Tras una bonita muestra en un rincón encharcado bastante cerrado de sabugueros arrancó una pitorra sin darme opción a tirarle mientras trataba de colocarme mejor. Rebusca y Hera puesta en el borde de una mata de robles, yo esperando fuera y sale la becada cara a mi por lo limpio, me recreo en su vuelo, disfruto del momento y merecido premio para Hera, empeñada en que los años no pasen para ella.
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