El temporal de agua, nieve y viento de estos días nos ha empujado a cazar en el llano, repitiendo cazadero jueves y domingo. El sábado tocó excursión a Asturias, invitado por Carlos, que se quedó en una agradable comida y charla animada de perros y caza ante el mar de agua que caía.
El jueves, acompañado una vez más de Manuel y Yara, pasamos un día de lo más entretenido, muy variado. Primero una vuelta a las becacinas, muy escasas este año, cogiendo dos de las tres que vimos. Después nos alegró la mañana una liebre que nos echó Yara, la primera para ella. Y para terminar la jornada dos pitorras nos tuvieron en vilo un buen rato, la primera puesta por Hera y a la que no pude tirar como un principiante por enredárseme la escopeta entre las varas de roble y la segunda que tras dos levantes se vino para casa, completando una bonita percha.
El domingo vuelta al sitio solo con Lida, con el coto semiinundado. Tres vuelos sin poder tirar a la que dejamos el jueves y fallo en el último levante por confiado, quedándome con cara de tonto. Otro día será.
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