Un titular que resume tal cual lo sucedido los últimos tres días de caza: por un lado los tres cazando acompañado, los tres saliendo a cazar a -2º y los tres cobrando dos piezas cada día; por otro Sharon que se ha licenciado definitivamente haciendo que mi padre hoy luciera una sonrisa de oreja a oreja.
El jueves a becadas a los robledales de media montaña con Manuel. Con la fuerte helada decidimos probar una zona solana que no conocíamos, de matas de roble joven con matorral de urz y jara sucio de andar pero que presentaba un suelo protegido de la helada y húmedo. Nos dio resultado, vimos tres y nos hicimos con dos de ellas tras varios levantes puñeteros. Lo bueno fue el cambio de papeles, Manuel cazó una a muestra de Lida y Xana y yo hice lo propio a muestra de Yara, caza en equipo al 100%. Y la tercera que nos la jugó, después de un peón largo en una zona de lo más limpio nos salió por detrás sorprendiéndonos tanto que nos comió tres tiros y se fue tan campante.
El sábado al llano tras las pitorras también con Manuel, huyendo de la bajada de temperaturas en la montaña. Al poco de empezar una muestra de Lida, patrón de Xana y Yara, peón de las tres y primera becada al morral. Después de dos horas sin rastro cinco levantes a otra a la que gustaba apeonar y salir rasa que dio oportunidad a que todas las perras pusieran, burlándose de nosotros. Y entre sus levantes 3 liebres mostradas por las perras pero que anduvieron listas saliendo siempre entre los robles y jaras comiéndonos varios tiros. Cuando ya dábamos por terminado el día y llegábamos al coche, muestra de Xana en una pequeña mata, patrón de Lida y Yara, Manuel y yo moviéndonos para buscar el mejor sitio esperando que saliera otra liebre por lo que aguantaba... y segunda becada de la jornada.
Ayer domingo cambio de tercio y a perdices con mi padre y con Hera, a la que estoy dosificando con sus 11 años y medio. Solo un bando visto y que se comió la tierra tras el primer levante, a estas alturas ya han ido espabilando y es difícil arrimarse a ellas. Al final de la mañana nos separamos mi padre y yo cada uno por un arroyo a ver si echábamos alguna pitorra de camino al coche y acertamos, cazando una cada uno. Lo mejor es que la de mi padre se la cobró a la primera becada que Sharon muestra. Ya el domingo pasado y el jueves mi padre le había cazado sendas perdices trabajando conjuntamente con Hera y hoy ella sola alcanzó la mayoría de edad con la becada. Ha dado ese pasito más para pasar de promesa a realidad, ¡¡¡bien por Sharon!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario