El último sábado de caza del año me trajo el primer cero de la temporada, 5 horas de caza en la montaña sin ver pluma, ni pitorras ni perdices. Sí que tuve las perras puestas por dos veces en una zona donde hace 10 días volé una becada, pero ni la vi a ella ni sus cagadas. También las perras se entretuvieron tras un bando de perdices, varias muestras y peones por toda una cresta con gallinazas frescas, pero ni verlas.
El domingo solo pude salir dos horas y esta vez la suerte cambió, volando dos pitorras casi juntas. Primero una que vi levantarse sola por delante, y cuando las perras llegaron más o menos al sitio de donde debió haber salido muestran, algo de peón y nueva muestra firme. Pensando que serían los rastros de la volada al principio no le di importancia, pero como no rompían, sobre todo la Xana, que rompe rápido si no hay pájaro y que en esta ocasión se adelantó a Lida, busqué cómo colocarme por si acaso. En eso arrancó sorprendiéndome y aunque le pude tirar un tiro no le di. Seguí en la dirección que me pareció verla y en la siguiente vallina encontró la perdición con Xana y Lida rodeándola perfectamente.
El siguiente día de caza será el primero del 2015, ¡¡¡Feliz Año!!!
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