Fin de semana de caza malo en lo que se refiere al resultado de campo. Sábado de mal tiempo en la montaña, viento fuerte, turbones de nieve y aunque Manuel y yo movimos un bando de 10 perdices dándoles 3 vuelos con nuestras respectivas cachorras, no pudimos separar ninguna y finalmente se perdieron en una ladera cuyos urzales nos invitaron amablemente a desistir. Después un paseo rápido con las abuelas de la casa, Hera y Xana, acompañadas por las cachorras, viendo una pitorra nerviosa que tras tres vuelos nos citó para otro día.
Menos mal que reaccionamos a tiempo y organizamos una buena cena de amigos en casa de David con viandas variadas que trajimos de Estonia y con parte de lo que cazamos allí, unas barnaclas cariblancas y cercetas al horno y un par de grévoles a la plancha. Rico, rico...
Barnaclas cariblancas y cercetas comunes al horno con su guarnición
Grévoles a la plancha, salchichas de ciervo y alce, cecina de ciervo y salchichón de alce
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