Fin de semana largo con cuatro días de caza pero pocas salidas al campo. Se celebró en León el VIII Simposium Internacional de Fauna Salvaje en León y la asistencia era obligada, presentando comunicaciones de becada, representando al CCB (RTVS y Roding), y de perdiz roja sobre los proyectos en los que he participado de genética y cronograma de nacimientos. Y el sábado, día totalmente libre, en casa obligado por el temporal de viento y lluvia que azotó la montaña de León, único sitio donde podría haber salido de caza.
Aún así, los ratos que he salido estuvieron entretenidos, el jueves por la tarde y viernes por la mañana con mi padre tras las perdices omañesas, viendo varios bandos que dieron pocas opciones, fantasmas que desaparecen entre el matorral y el roble a los dos-tres levantes y eso cuando llegas a verlas y no te tienes que conformar con sus dormidas y gallinazas. Mejor suerte tuvo Manuel con Yara, que ha empezado la temporada a un nivel muy alto, brindándole una pareja de perdices el jueves y una liebre el viernes.
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