Muy buenos tres días de caza, de esos que tocan pocos y te quedan para siempre en el recuerdo. Con una efectividad cinegética del 100% y casi todo grabado en video, cosa de meigas, alineación de los astros o vete a saber. Además, todavía no he repetido cazadero, veremos si vuelve a haber entrada y se reponen los que llevo tocados.
El jueves otra vez niebla y agua a manta, nuevo aplazamiento perdicero y vuelta al roble, con el equipo Xana-Lida y acompañado un rato por mi padre. 2 pitorras vistas y las dos cobradas, con video incluido de ambas, a pedir de boca. Reencuentro de Xana con la caza tras sacar adelante los cachorros.
El sábado más niebla, más agua y más roble, acompañado por mi amigo Manuel y su Yara. Repetimos efectividad, 3 vistas y las 3 al zurrón, aunque en esta ocasión solo pude grabar uno de los lances, puesto que me quedé sin espacio en la tarjeta de memoria, manda narices...
El domingo por la mañana, ante la previsión de nieve para la montaña, visita a los llanos del sur de León, a ver si también hubo entrada o vemos las becacinas. Ni rastro de unas ni de otras, aunque el día se arregló con una liebre que tras aguantar la muestra un buen rato tuve que desencamar... ¡a manzanazos!, ja, ja, ja.
Y el domingo por la tarde el clímax. Una salida de poco más de una hora con Hera y Lida que me dejó un precioso encuentro con una de esas becadas que hacen sufrir de lo lindo y que para mi encierran la quintaesencia de esta caza y el por qué me tiene tan enganchado. Un primer levante tras más de 10 minutos de peones y muestras hasta salir tapada por unos piornos y un segundo levante con más de lo mismo, peón, idas y venidas otros 5 minutos pero con más suerte esta vez. El lance de mis perras que siempre soñé grabar, tanto es así que el primer levante no he sido capaz de editarlo, lo he dejado íntegro para el recuerdo. Homenaje además para una pitorra de bandera.
Y encima el reencuentro de Hera con la caza después del accidente de la pata, aunque todavía tiene alguna molestia. No se puede pedir más.